martes, 13 de marzo de 2012

¡AY, MI PEQUEÑO!

(En el escenario, una habitación de bebé completamente amueblada y pintada de azul claro. En el centro se encuentra una mujer de mediana edad, embarazada, está apoyada en la cuna de madera con las manos sobre el vientre)
MUJER.- ¡Con que ahí estas, eh, pequeño! Eres tan bonito, tan delicado. Bueno, en realidad todavía no te he visto ni te conozco pero sé que eres así. Cuando nazcas ya lo comprobaré. ¿Y estás cómodo? No lo parece, seguro que estás encogido, y seguro que hasta te duelen los bracitos y esas piernas tan chiquititas. Espero que al menos estés calentito, sí, yo creo que sí, ¿verdad? Además mami te está cuidando mucho, mucho, para que estés bien. Mira si te cuido que te hablo siempre que puedo, para que no te aburras, bueno, para eso y para que te vayas acostumbrando a la voz de tu mamá, ¡que tu mama habla mucho! Y también te canto. Lo que pasa es que a veces no me acuerdo y canto canciones que no te gustan, lo sé porque me das pataditas. Pero me perdonas ¿verdad? Para compensar mi despiste te canto nanas por las noches, como esa que habla de un conejito. Yo creo que esa es la que más te gusta porque con ella sí que te quedas tranquilito. Tu papá insiste siempre en que también te ponga música, dice que tiene que ser música clásica ¡Pero eso es muy aburrido! ¡Ya lo verás cuando crezcas! Así que yo no le hago caso y te pongo canciones infantiles que escuchaba yo de pequeñita, que esas seguro que te gustan. Tu abuelita dice que nos vas a salir cantante, y tu tía dice que no, ¡que músico!
Les encanta jugar a ver quien adivina cómo vas a ser y cuál va a ser tu futuro. Porque, claro, vas a ser el primer niño de la familia, todavía no tienes ni hermanitos ni primitos. Y cada uno quiere que seas de una manera. Algunos dicen que tienes que ser moreno, sí, con el pelo negro y los ojos marrones. Otros dicen que vas a tener el pelo moreno pero claro, y los ojos color miel. Ese color me gusta, es bonito. Luego está tu papa que dice que vas a ser como yo, con el pelo rubio y los ojos claros, y alto como yo y delgado como yo. Pero yo le digo que no, que vas a ser como él, con el pelo rizado y claro y los ojos color verde, y alto y fuerte ¡eso sí! Pero estoy segura de que un día de estos alguien va a acabar por decirme que vas a ser pelirrojo y con los ¡ojos rojos! Quién sabe, cada uno dice una cosa…Ya te reirás de mayor cuando te contemos las cosas que se decían de ti antes de que nacieras. Si es que es como le digo yo a tu papá, seguro que el bebé sacará lo mejor de cada uno ¿A que sí? Seguro que sí.
Y, ¿estás preparado? Porque ya te queda poquito tiempo ahí dentro. El médico dice que ya estás lo suficientemente crecidito y fuerte para salir al mundo. Pero yo creo que aun puedes seguir ahí metidito durante unos días más, porque ya verás cuando vengas aquí, con nosotros, que este mundo es un poco diferente del que tú conoces. Aquí nadie te va a cantar por las noches, nadie va a decirte cosas tan bonitas como las que te dicen ahora, y nadie va a estar tan pendiente de ti como ahora mismo. Ya, no te va a gustar pero es así. Y en el mundo real no puedes estar todo el día tumbado, aquí hay que hacer cosas, moverse. Y tampoco vas a estar tan calentito como ahí adentro, en mi tripita. Pero tú tranquilo, mi niño, que tu mamá estará siempre contigo para cantarte, mimarte y darte calor. Pero tu ahora solo tienes que preocuparte por crecer sano y fuerte. Y por jugar, eso también. Bueno, ahora no puedes jugar pero en unos días, cuando te tenga en mis brazos ya vas a poder divertirte como tú quieras. Yo ya te he comprado juguetitos. ¿Te gustan los cochecitos con ruedas? Te he comprado dos. Son muy bonitos, como tú. Y algunos peluches, también. Un osito y un pato. El oso es blanco, para que cuando tengas miedo te proteja; y el pato es amarillo, para que te de energía. Estoy segura de que te van a gustar.
¡Ay! ¡Si es que ya se acerca el día! ¿No estás nervioso? Yo mucho. No sé cómo va a ser aunque he soñado muchas veces con ese momento. Y también he soñado muchas veces contigo, con tus ojitos, tu cabecita y tus cuerpecito. Tan blanquitos, tan rubios… Y no voy a dejar que te pierdas un solo detalle de cómo eras de pequeñito, no, no. Voy a hacerte fotos siempre que pueda, para colgarlas en un marco y hacer un álbum de recuerdos porque estoy segura que tu primera foto va a ser adorable y no quiero que te la pierdas ¡Ay!, va a ser maravilloso, nunca antes había vivido algo tan emocionante ¡Te voy a tener entre mis manos! A ti. Te queremos tanto, pequeño. No sabes cuánto. Te vamos a hacer el niño más feliz del mundo, te lo prometo. Pero ahora te tengo que dejar descansar que ya se está haciendo de noche. Esta noche duermes otra vez conmigo, porque ya sabes que todavía no te puedo acostar en tu cunita pero tu tranquilo que dentro de poquito lo haré, si, lo haré.
(TELÓN)

1 comentario:

  1. Creo que lo mejor de tu monólogo es el tema escogido porque remite a la infancia y al amor que los padres dan a sus hijos.
    Después de volver a ver tu blog tengo que felicitarte, es el que más me ha gustado de todos. Me siento muy identificada contigo porque soy una persona tímida a la que le cuesta abrirse con la gente.
    Me encanta el diseño, no sé si a ti te recordará al formato que usa Moccia en sus libros, pero nada más verlo fue lo primero en lo que pensé.
    Enhorabuena compañera por tu trabajo ;)

    ResponderEliminar